The Martyrs


¿Una historia de superhéroes?

Esta es la historia de una derrota. Solo deseo que este papel llegue a manos de alguien justo, de una buena persona, de esas que parecen que están en peligro de extinción. Sin mi móvil no puedo pedir ayuda y creo que ya los narcos me encontrarán. El resto de mi grupo está muerto. Los acribillaron, los fusilaron y lo más probable es que sus cuerpos sean colocados en forma de cruz para enviar un mensaje. No estoy preparado para morir, ni mis amigos. Tengo mucho miedo. Solo quedamos dos, pero se que el que morirá soy yo.

Nosotros éramos la asociación cívica Vengadores Sociales, con número de registro 42.365. Compuesta de cinco miembros, nos encargábamos de labores sociales. Ayuda a la comunidad tanto en materia de alimentación como en higiene, y hasta repartiendo libros. Además, siempre que veíamos una injusticia o un crimen, poníamos toda la carne en el asador para detenerla. No mentiré, en este caso si es verdad que dimos palizas, saboteamos coches, lanzamos piedras, íbamos armados con palos y puñales, …, pero era nuestro deber. El fuego solo se apaga con fuego. Vengadores Sociales nace como una alternativa de ONG en la que, inspirados por nuestra gran pasión por Batman, Superman, Flash, …, decidimos también nosotros crear nuestros propios pseudónimos, hasta con disfraces y todo. Nuestros nombres, por orden cronológico de asesinato, X-Defender, Urban Captain, Guerrillero86, Edrax y un servidor, FalconWing. Sólo quedamos Edrax y yo vivos.  Nuestra idílica convicción, era la de convertirnos en símbolos que movieran a las personas a cambiar este mundo a mejor. No personas, símbolos. Ya que las personas mueren. Los símbolos no. Y al igual que Capitán América, crear una figura eterna que cualquiera pudiera llevar.

La noche del 9 de mayo, decidimos hacer una de nuestras tradicionales incursiones de reparto de comida a los más necesitados de la ciudad. Habíamos preparado las rutas y la comida. Todo estaba listo. Salimos del garaje de mi casa, que era donde organizábamos todo, con el carrito listo, y la sonrisa de que hoy íbamos a poner nuestro granito de arena para mejorar el mundo.
En la primera zona de reparto, todo fue con normalidad. Ningún problema. En la segunda, si es verdad que vimos a un pibe que estaba pegando a los sintecho, pero que se vio intimidado cuando aparecimos por nuestra superioridad numérica. El problema fue en dirección a la tercera zona. Adrax dijo que sabía de una zona que había descubierto en la que vivía una pareja rumana y quería dejarles, aunque fuera una fruta y una botella de agua. Nosotros fuimos, sin imaginar lo que nos veía por delante.

Llegamos a la zona, era un parque abandonado de la ciudad, en donde si era verdad que solían vivir indigentes. Pero esta vez nos esperaban otras personas.

Enfrente nuestra habían tres hombres. En el medio estaba uno que su cara era demasiado familiar. El concejal de urbanismo, Paco Méndez, conocido por toda la ciudad no solo por su cargo político, si no por ser uno de los cabecillas de la droga. Nosotros lo llamábamos Wilson Fisk, por su enorme parecido al malo de Spiderman y Daredevil. Gordo, calvo y con una gran influencia política. Al lado suyo, habían dos pibes que iban vestidos muy talegueros, como sacados de un videoclip de 2pac. Nos apuntaron con sus pistolas y comenzaron el tiroteo hacia nosotros. No hablaron. No preguntaron. No dieron explicaciones. No dijeron nada. Solo un estruendo de balas asesinaba a mis camaradas. En mi retina se grababa la muerte de cada uno de ellos. Como cada bala los atravesaba. Como cada cuerpo caía y se desplomaba el suelo, encima de charcos escarlatas que dejaba su sangre.

Salí corriendo, pero una dio en mi pierna y otra en mi brazo izquierdo. Aun continúo sangrando por ello. Mientras huía, también se quedó grabada en mi retina, el como del fuego el único que se libraba era Edrax. Él se acercaba lentamente a Wilson. Sonriendo, con esa sonrisa que conocíamos todos. La sonrisa de que había conseguido lo que quería. Nos había vendido. Yo había confiado en él. A pesar de lo que me dijeron mis camaradas, que ninguno confiaba en él, yo le dije de entrar.
Me odio, me odio profundamente. Ahora mis compañeros están muertos. Yo estoy apunto, desangrándome y ahogando mis gritos de dolor y rabia para que no me encuentren. ¿Por qué confié en él?, ¿por qué no vi antes su naturaleza?, ¿por qué no vi su falsedad? Creo que me engañó bien, su falsedad era muy buena. Odio todo, odio mi vida. Y ahora encima el papel se está mojando con mis lágrimas. Lo odio, lo odio, lo odio. Seguro que nos vendió por dinero. Es que lo conozco. Seguro que fue por eso.

Pero no debo llorar, soy FalconWing, el ala de la Justicia que debe azotar a los malos, azotar incluso a los Lokis y a los Judas que han traicionado y dejado de lado la Justicia. No se si sobreviviré, pero es mi deber el de matar a Edrax, y llevarme por delante a Fisk y secuaces. Tengo mi navaja prepara. Lloverá mucha sangre. Lo juro, lo juro, lo juro, lo juro, lo juro. Pero prefiero eso a morir desangrado y en vano, haciendo que la memoria y las acciones de mis camaradas, de cada uno de ellos, X-Defender, Urban Captain, Guerrillero86 caiga en el olvido. Por ustedes, ahora no seré un Vengador Social, ahora seré vuestro Vengador.

Y a ti, buena persona que deseo que encuentres esto. Igualmente, no nos dejes caer en el olvido, no queremos ser héroes anónimos que fueron devorados por las fauces de la corrupción. Haz que nuestra llama siga viva, como inspiración. Conviértenos en símbolos, en mártires, en legado que hagan mover a las personas, a todas las personas, a las nuevas generaciones para luchar y conseguir un mundo mejor. Un mundo sin mala personas, un mundo sin traidores. Cuídense de estos últimos. Se que suena idílico, pero dejen a este pibe soñar. No le pidan más a un chico de 16 años que solo quería cambiar el mundo.

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