X
Siempre me he preguntado
por qué caigo mirando hacia arriba,
por qué lo hago mirando a
la parte bonita de la película,
en la que tenía motivos
para dibujar una sonrisa en mi cara,
sonrisa que se dibujaba
cada vez que veía tu rostro en mi almohada.
A medida que el tiempo
pasa, la oscuridad invade este precipicio,
como un lobo, como un lobo
malo.
Espera, ella es paciente,
hasta que, sin darte cuenta,
ya es tarde para evitar la
mordida con la que se te lleva la vida,
vida que se quedará ella
para siempre,
vida que jamás podrás
recuperar.
Cuando me hundo en ese
precipicio,
me pregunto por qué llevo
un traje,
después me doy cuenta
de que son las vestiduras
que avisan que el fin está cerca.
Las vestiduras de una
guerra que ya acabó,
de una guerra que perdí,
las vestiduras de la
vergüenza,
la cruz en la que me ha
tocado morir.
Espero darme cuenta, antes
de que sea tarde,
de que no me quiero ir,
de que Iruene nunca pudo
conmigo,
que hay que liberarse de
arrastres del pasado,
para que las alas de una
nueva vida empiecen a batir,
y volar de nuevo hacia ti.
Comentarios
Publicar un comentario