¡Feliz Día del Libro!

Hoy es un día para estar muy contento. Más aún cuando se es apasionado de los infinitos universos y las infinitas emociones en las que nos sumergimos cuando leemos un poema o un libro.

Para celebrarlo, he decido publicar un cuentito. Es la primera parte y, si hay buena recepción, publicaré la segunda.

Avisar antes de nada que es recomendable primero escuchar la canción The Phoenix de Fall Out Boy... Ya entenderás el motivo. Sin más dilación, ya te dejo con Rollerbladders...

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Luis se puso lo auriculares. Ya comenzaban a sonar los violes del “IV. Allegro Non Troppo” de Dmitri Shostakovich's de la canción The Phoenix del grupo Fall Out Boy.  

…Put on your war paints… 

Y así, era. Estaba colocándose sus pinturas de guerra. El casco negro, un pañuelo azul marino que recubría toda su boca y los monopatines, preparados para darlo todo aquella mágica noche. 

Luis echaba una mirada cómplice a sus amigos: Luismi, Paco, Fran y Anabel. El grupo vestía con la misma indumentaria. El plan que habían tramado durante tanto tiempo se iba a materializar por fin y estaban super excitados por ello. Cada uno cogió el cinturón con cocktails molotov. Cinco botellas por cabeza, preparadas concienzudamente. Y cómo no, dos mecheros. 

Aquella noche era en la que iban a tomar venganza por su barrio. Barrio que el ayuntamiento había dejado a la deriva y a merced del narcotráfico y de las mafias, sin más ayuda que las de los propios vecinos luchando y organizándose para defender algo tan básico como su existencia.  

… we are the jack-o-lanterns in July, setting fire to the sky… 

Luis sonreía aún más. Efectivamente, ellos se iban a convertir en una luz. En concreto, el ayuntamiento se convertiría en un gran faro, mucho más luminoso que los fuegos artificiales de las fiestas de la ciudad. Esa era su convicción y la decisión que irremediablemente habían tomado.

Todos salieron del garaje, y se colocaron en columna para tirarse por la cuesta.  

… here, here comes this rising tide so come on … 

Al final de la cuesta había una rampa, la cual apuntaba a la entrada del ayuntamiento. Los patinadores se tiraron hacia abajo. Debido a la inclinación, cada vez cogían más y más velocidad.  

… so we can take the world back from the heart-attacked, one maniac at a time we will take it back…  

Una sombra oscura voló sobre el cielo, hasta impactar con la ventana principal del edificio, rompiéndola en mil pedacitos. Las otras dos se desplazaron a los laterales de la rampa.  

… you know time crawls on when you’re waiting for the song to start, so dance along to the beat of your heart…  

Otra sombra también saltó por la rampa cayendo en el mismo lugar que la primera. La última sombra cogió con un mano uno de los cocktails… 

… Hey Youngblood …  

Y lo lanzó sobre la rampa, consumiéndola en una enorme masa de fuego.  

Otra bola candente arrasaba con la puerta principal del consistorio, entrando así lo tres individuos que se habían quedado en tierra. Lo primero que hicieron fue localizar al segurita, encontrarlo y dejarlo inconsciente. Una de las sombras lo retiró hacia fuera. Su lucha no era contra él.  

…I’m going to change you like a remix, Then I’ll raise you like a phoenix… 

Desde la segunda planta, se escuchó una fuerte explosión de la sala de plenos. Continuado, ya era pasto de las llamas el despacho del alcalde. De este último se encargó Luis, el cual saboreaba el cómo se consumían fotos del alcalde y demás autoridades tanto autonómicas como estatales.  

…Wearing all vintage misery… 

Ahora la explosión provino de la tesorería. Justo después se escuchó la de la sala de informática.  

…I’m going to change you like a remix, then I’ll raise you like a phoenix… 

Y así sucesivamente. Cada uno de los rincones del ayuntamiento se convertían en la luz con la que habían fantaseado los chicos. Ya después de haber atacado a todas las salas, lanzaron indiscriminadamente el arsenal que les quedaba, saliendo rápidamente por donde mejor podían del estómago del fénix que habían creado.  

Luis salió por una de las ventanas del segundo piso rompiéndola. Todos se reunieron en la parte de atrás del consistorio. Se miraron mutuamente, el plan había salido estupendamente, y se fundieron en un cálido abrazo.  

…so we can take the world back from the heart-attacked, one maniac at a time we will take it back… 

De repente empezaron a escuchar como un coche policía se aproximaba rápidamente. Se miraron, se colocaron de nuevo los pañuelos. Comenzaron la huida… 

… Hey Youngblood …  

Cogieron por una de las calles de al lado del consistorio. Todo el grupo, junto. El coche policía se les puso justo detrás. Este los alcanzaba con facilidad ya que los chicos no habían cogido mucha velocidad. 

…I’m going to change you like a remix… 

Giraron bruscamente a la derecha.  

…then I’ll raise you like a phoenix… 

Empezaron a descender por una cuesta de enorme inclinación, ganando en aceleración y dejando más atrás a los maderos.  

…Wearing all vintage misery… 

El coche hizo la misma maniobra, doblando la farola que había en la esquina de la calle.  

…No I think it looked a little better on me… 

El patín derecho de Paco chocó con una piedra, haciéndolo caer en el piche, convirtiéndose este en uno de los papeles de lija más duros que había conocido el joven. El coche policía iba muy rápido y al intentar frenar...